Una de las lecciones más importantes que debemos aprender, ya no solo como empresarios o compañeros de trabajo, es que el agradecimiento lleva a la felicidad. No se trata de mostrar gratitud con la secreta esperanza de recibir beneficios nuevos y mayores, ni de incorporar este método para luego perderlo a medida que pase el tiempo. Haga de este método una filosofía de vida y de trabajo y los resultados personales serán de mayor satisfacción que cualquier otro.
El trabajo de un entrenador, líder o jefe de una organización a menudo es encontrar la diferencia entre lo que son y lo que quieren ser como equipo u organización; o buscar la distancia que hay entre el punto en el que están y en el que quieren estar. Inconscientemente nos centramos en un enfoque constante de lo que falta o lo que hay que mejorar y en los defectos, lo cual nos puede llevar a frustraciones personales y con el equipo.
Como líderes debemos encontrar también puntos positivos y cosas que agradecer para motivar a la organización. No es algo fácil si no estamos acostumbrados, pero es algo que debemos incorporar en nuestras tareas. Siempre hay algo que agradecer, a veces hay trabajos que parecen invisibles, pero que son muy valiosos.