Tus vacaciones en Cádiz pueden ser un viaje de cuento, y es que Cádiz es una provincia con mucha historia, hervidero de culturas y civilizaciones. En sus rincones podemos observar recuerdos de la cultura fenicia, tartésica, visigoda, romana, árabe o cristiana.
Por su bahía llegaron a lo largo de varios siglos invasores, aventureros, descubridores y curiosos que buscaban bienes y tesoros perdidos o que nunca les pertenecieron. Es por este motivo que Cádiz fue un punto defensivo y estratégico y que por ello se levantaron en estas tierras numerosos castillos y fortalezas.
Estratégicamente situadas sobre atalayas roqueras desde las que divisar el peligro se sitúan muchos de estos castillos, otros en la costa, sirvieron de vigilancia permanente ante el riesgo de invasiones marítimas.
Castillos y fortalezas de Cádiz
Sanlúcar de Barrameda fue determinante en la defensa de la entrada del río y el acceso fluvial a Sevilla, 3 son sus castillos castillos del Espíritu Santo (s.XVI), el de San Salvador del puerto de Bonanza y el castillo de Santiago (s.XV) construido por el duque de medina Sidonia, el único de los tres que se mantiene en la parte más alta de la ciudad. Como curiosidad decir que desde Isabel la Católica hasta Colón al parecer durmió en él y que fue en Sanlúcar donde la reina católica vio por primera vez el mar.
Ya en Cádiz, el sistema defensivo está compuesto de robustas murallas y baluartes que rodean el perímetro urbano casi totalmente. Las Puertas de Tierra, el Baluarte de San Roque y el de Santa Elena, el baluarte de Capuchinos, el de los Mártires, la Candelaria o el baluarte de San Carlos. La playa de la Caleta está custodiada por dos castillos, el de Santa Catalina de los ss. XVI-XVII y el de de San Sebastián terminado en el siglo XVIII.
Desviándonos hacia Vejer, sobre una pequeña colina, se presenta un conjunto fortificado que se adaptó a la difícil orografía del terreno. Las murallas se encuentran flanqueadas por las torres del Mayorazgo, de la Corredera, y la de San Juan. En la parte más elevada encontramos el vigilante castillo.
Y no menos importantes las solitarias torres de Roche, Castilnovo, La Atalaya, Caños de la Meca o Cabo de Trafalgar, que ayudaban con sus señales de fuego, humo o artillería a defender la zona de asaltos de toda clase.
Tarifa, llegaría a jugar un papel muy importante por su situación en el Estrecho desde momento de la llegada de los musulmanes a la Península. En el siglo X, en la época de Abderramán III, se construye el recinto amurallado y un soberbio castillo que llegaría a alcanzar fama legendaria con Guzmán el Bueno, cuyo nombre pasaría a nominar la fortaleza.