El descorche del Alcornoque forma parte de una cultura tradicional llevada a cabo desde antaño por muchas familias de Andalucía. Concretamente en la Sierra de Cádiz, el descorche del alcornoque es una forma de vida, una profesión sobre el manejo magistral del hacha, un aprendizaje y una herencia que pasa de padres a hijos, de generación tras generación.
España tiene 506.000 hectáreas de alcornocales que representan un 25% del total mundial, donde se extraen 88.400 toneladas de corcho que representan el 30% de la producción de corcho a nivel mundial.
La pela del Alcornoque comienza cada año en el mes de junio y dura hasta finales de julio, principios de agosto. El éxito de la temporada no dependerá únicamente de la maestría, fuerza y agilidad que uno tenga, sino de cómo hayan transcurrido las diferentes estaciones del año.
El corcho es un recurso natural renovable, cada año los agricultores van a una parte diferente de sus tierras, y sólo se regresa a los mismos árboles cada nueve años.
Sin dañar el tronco del árbol, los maestros del descorche irán ahuecando y despegando la corteza, que posteriormente será cargada por mulos hasta la zona de recogida.Una vez extraido el corcho, se fabrican y comercializan a nivel internacional los tapones de corcho destinados para vinos.
¿Te gustaría conocer el proceso del descorche?
El corcho se puede extraer por primera vez cuando el árbol tiene aproximadamente 25 años, pero este dato depende mucho de la calidad de estación. Este primer corcho se denomina «corcho bornizo», es un tipo de corcho solo válido para la elaboración de elementos decorativos, dada la dificultad de separar el corcho.
Nueve años después aproximadamente, se produce el segundo descorche, del cual se obtiene un material llamado “corcho secundario” que cuenta con una estructura regular menos dura pero aún no es válido para la producción de tapones.
Es en la tercera saca –cuando el árbol tiene entre 40 y 50 años- y en las siguientes, cuando se logra obtener el corcho con las propiedades adecuadas para la producción de tapones de calidad. Es el denominado “corcho amadia o de reproducción”. A partir de ese momento, su explotación durará un promedio de 150 años, lo que equivale a unas 14-15 sacas de corcho.
El descorche del alcornoque es un proceso ancestral que debe realizarse por profesionales y se ejecuta en 6 etapas:
- Abrir – Se golpea el corcho en sentido vertical escogiendo la hendidura más profunda de las ranuras de la corteza. Al mismo tiempo, se va ladeando el filo del hacha para separar la plancha del entrecasco o entrecorteza.
- Separar – Justo después, se separa la plancha a través del corte hecho.
- Trazar – Con un corte horizontal se delimita el tamaño de la plancha del corcho que se sacará.
- Extraer – Se retira cuidadosamente la plancha del árbol para no partirla. Cuanto más grandes sean las planchas, más aumenta su valor comercial y, por tanto, mayor debe ser la destreza y la habilidad de los descorchadores. Una vez se retira la primera plancha, se repite esta operación para dejar desnudo todo el tronco.
- Marcación – Finalmente, se marca el árbol, indicando el año en el que se realizó la extracción.
Después del descorche, el corcho se transporta y se almacena, el tiempo de reposo de las planchas nunca debe ser inferior a los seis meses y tras este periodo el corcho entra en la cadena industrial.
Existen varios procesos para el tratamiento del corcho, pero para los tapones de vinos, éste debe ser hervido a 100 grados durante aproximadamente una hora, después se deja curar el corcho durante un año. Este corcho una vez curado se hierve una segunda vez, se corta en tiras y se perfora para crear los tapones.
Si quieres conocer más detalles y vivir este proceso, visitar el mayor alcornocal de la Península Ibérica y conocer el inmenso valor de estos bosques, reserva tu visita al descorche del alcornoque.