Es el municipio más poblado de la Sierra de Cádiz y también el más extenso. Importante enclave para el turismo de interior por ser uno de los Pueblos Blancos más bonitos de la provincia y por su historia de la época romana, musulmana y cristiana.
Destacan sus estrechas y empinadas calles, decoradas con arcos que dan el nombre al propio pueblo y que nos dirigen al casco antiguo. En Arcos de la Frontera merece la pena hacer parada para visitar joyas monumentales como el Castillo de los Duques (s. XV), la Puerta de Matrera (ss. XI-XIV) , la Basílica de Santa María y la Iglesia de San Pedro y los restos del recinto amurallado, sus palacios y casas señoriales.
Si vas a visitarlo te recomendamos que te acerques a algunos de sus miradores que hay en el pueblo. Arcos de la Frontera presenta en su orografía un corte de cien metros en vertical sobre la vega del río Guadalete que te ofrece unas vistas de la Sierra de Cádiz únicas, sobre todo desde el mirador de la Peña Nueva. También puedes optar por salir a las afueras del pueblo, los caminos y veredas de alrededor te darán una perspectiva de Arcos de la Frontera en su conjunto, y sobre todo un precioso atardecer.